Más allá de términos económicos, el agua que producimos y distribuimos tiene un valor. Ese valor en su calidad, por la que velamos continuamente para que llegue a tu casa con todas las garantías para su consumo.

Para ello contamos con un estricto programa de vigilancia recogido en el Protocolo de Autocontrol y Gestión del Abastecimiento que nos permite tener controlada en todo momento la calidad del agua potable que consumimos todos. Desde el origen hasta el mismo momento de entrega al consumidor. Es nuestra responsabilidad.

46 veces

al día analizamos el agua que producimos y distribuimos.

10.000 muestras

de agua potable tomamos al año para someterlas a controles.

55.300 parámetros

son analizados anualmente.

Sí, sin ningún problema. A pesar de las falsas creencias acerca de la calidad del agua del grifo, ésta cumple con todos los parámetros exigidos por la legislación para ser consumida de forma directa por los ciudadanos.

Han sido décadas de escasez y restricciones en Canarias y, quizá, por este motivo, no tenemos costumbre de tomarla directamente del grifo, inclinándonos más por el agua embotellada.

Otro factor puede ser el paladar. Son muchos los que detectan un sabor más “amargo” o “ácido”. Esto es debido a que una vez el agua captada en el mar pasa por un proceso desalinizador que finaliza con otro tratamiento que conlleva añadir una mínima cantidad de cloración, tal y como exige la normativa. Sin embargo, fuera de toda discusión está que este desinfectante es totalmente inocuo para nuestra saludo.