DESALACIÓN Y PRODUCCIÓN: COMIENZA EL PROCESO
Transformar el agua natural procedente de la mar en agua apta para el consumo humano se consigue a través de diferentes procesos que se llevan a cabo en las plantas desaladoras.
Canal Gestión Lanzarote cuenta con cuatro plantas desaladoras de ósmosis inversa que producen anualmente una media de 25,5 hm³, repartidas en dos centros de producción.
ETAPAS
Consiste en impulsar el agua de mar al pretratamiento físico. La captación de agua de mar es cerrada, con pozos costeros, y debido a ello la temperatura sufre pocas desviaciones; además, gracias al propio terreno, el agua tiene una baja turbidez.
Sirve para garantizar las condiciones óptimas del agua de alimentación al bastidor de ósmosis inversa. Consiste en eliminar o reducir al máximo posible el riesgo de atascamiento de las membranas por acumulación de sustancias, materiales y microorganismos sobre su superficie. Este tipo de atascamiento reduce la vida y la eficiencia de las membranas.
Los bastidores se encargan de convertir el agua salada en agua dulce. Es este paso el más importante de todo el proceso, en el que una bomba a presión hace pasar el agua salada hacia un tubo con siete membranas en su interior que retienen la sal en un soporte, permitiendo sólo la salida de las moléculas de agua. Al final de este proceso resultan dos fluidos: el de agua producto libre de sales, y el de salmuera.
El agua, una vez desalada, es desviada hacia el sistema de remineralización donde se le incorpora cal y dióxido de carbono, lo que la convierte en apta para el consumo humano. La cloración también forma parte de este postratamiento.